jueves, febrero 26, 2009

Hombres cabreados que piden tu cabeza

Ya lo decía Rosa de Luxemburgo; la verdad siempre es revolucionaria. Y lo cierto es que si teniendo un blog de opinión no consigues que te llamen facha o progre, al menos dos o tres veces al día, es que algo estás haciendo mal.
Fabrice Burgaud era casi un recién nacido en 2001. Empezaba, como quien dice, su carrera judicial cuando le tocó un caso de los gordos. De esos que les mola a la prensa, que dan para buenos titulares y sacan a la gente a la calle; pedofilia en un pueblecito de Francia.

Enchironó a 17,
que no es poco. Con el aplauso de una sociedad hipersensibilizada con los abusos a menores. Y ya se veía con un puestecito en París, coche oficial y secre de minifalda escocesa. Hasta que en 2005 se reabrió el caso. De todos los condenados, 15 eran inocentes. Y el cabrón del juez, que lo sabía y se hacía “el orejas”.

Sabía que había hecho la vista gorda con las pruebas que no le interesaban. Que sus argumentos eran puro sensacionalismo. Y que si realmente tomaba en cuenta todas las partes le tildarían de “vomitivo”, de amigo de los pedófilos e incluso alguno exigiría que le cesaran como juez. Porque la sociedad ya había condenado a esos 17 muertos de hambre. Sólo faltaba el trámite de blanquear el juicio. Convertir esa mala baba en ley.

Para cuando el ministro de Justicia gabacho pidió disculpas personalmente por el “mayor escándalo judicial de la historia francesa” ya había un fiambre. Uno que no pudo vivir con la presión y terminó suicidándose. El resto también habían perdido el aliento de una forma u otra.

Supongo que a toro pasado no faltaron columnistas, incluso bloggers primerizos (hablamos de 2005), que alucinaron con lo que pasa cuando se mezcla derecho y tíos cabreados. Pero me juego los huevos a que si hubiera habido alguien pidiendo imparcialidad al principio de la historia, se le habrían echado al cuello. Y lo habrían llamado “democracia”. O iusnaturalismo. O su puta madre en verso. Y los padres de las niñas violadas pedirían su cabeza.

Ya lo decía Rosa de Luxemburgo; la verdad siempre es revolucionaria. Y lo cierto es que si teniendo un blog de opinión no consigues que te llamen facha o progre, al menos dos o tres veces al día, es que algo estás haciendo mal.

17 comentarios:

Delfin Córcoles dijo...

¿Ahora vas de cordero degollado?

Te pasaste tres pueblos y te ha pasado lo que le pasa a todo el que se pasa tres pueblos. Si quieres polémica la has conseguido, pero ahora no te pongas en plan "pobrecito de mi".

Cuando los argumentos y las opiniones son tan brutales como las tuyas, o rectificas del todo o lo mantienes con todas las consecuencias. Es difícil encontrar términos medios.

Pero así resulta algo patético.

Anónimo dijo...

"Rosa de (sic) Luxemburgo"

Fonseca, no me seas paleto, joder, que con Díaz Villanueva ya estamos servidos...

Anónimo dijo...

Lo has conseguido, eres el malote de red liberal.

Albert Esplugas dijo...

Esta entrada es bastante más razonada y respetuosa que la primera, pero sigo sin estar de acuerdo. En el caso que apuntas el furor de las masas condujo a la condena de inocentes (aparentemente por inhabilidad del juez), en este caso se está pidiendo la cadena perpetua para asesinos. La condena de inocentes es claramente injusta, pero aún no te has pronunciado sobre los méritos de la cadena perpetua para delitos de sangre graves. A mí me parece una reclamación justa, y eso también debería contar a la hora de juzgar la actuación del padre de Marta, que tú has despreciado sin más (y recordemos que no está reclamando directamente un cambio de la legislación sino un "referendum" para que el pueblo dé su opinión sobre la cuestión). Al oponerte a cualquier cambio en la legislación motivado por la presión popular tras un suceso como el asesinato de Marta, estás asumiendo que no puede salir nada bueno de esa presión popular. Yo creo que depende del caso. En éste en particular, para mí la razón está de parte del padre y la presión popular. De hecho hay determinados cambios legislativos que no creo que se lleven a cabo sino es como respuesta a una fuerte presión popular o una hipersensibilización súbita de la opinión pública. La injusticia en ocasiones saca de la apatía a la sociedad y hay que aprovechar esos ataques de lucidez y sentido común para doblegar la voluntad del Gobierno de turno.

Saludos

Fonseca dijo...

Delfín, no voy de cordero degollado. Es más, me alegro de que me hayan llamado vomitivo. Ya te digo, que si no te llaman facha o progre dos o tres veces al día es que algo estás haciendo mal.

Por cierto... que ********* fuera tiña... ¡cuantos tiñosos habría!


Fonseca

Fonseca dijo...

Albert, tienes parte de razón. La cadena perpetua me parece bien. Y desde luego, los ciudadanos tenemos derecho a querer cambiar las leyes.

Y sí, la reivindicación del padre de Marta es justa. Ha dado esa casualidad. Pero el sistema, el de que sea un hombre con ganas de ver rodar cabezas el que sirva de inspiración para los legisladores, es terrible.

Que casualmente esté de acuerdo con él en este caso no significa que pensemos igual. Tanto tu como Hitler sois anticomunistas, sin embargo las razones que os llevan a criticarlo son completamente distintas. Que eventualmente defiendas la misma cosa que alguien no significa que no tengas que criticar sus razonamientos.


Fonseca

Policronio dijo...

Lo que no puede ser es intentar legislar en pleno arrebato o influir en el que manda para que se legisle, cuanto más si se considera que nos las habemos ante un populista sin escrúpulos que acostumbra a detectar los caladeros de votos. Me refiero a ZP, claro.

Es como si le pedimos al de la maza que diseñe el reglamento de las herrikotabernas. Luego sale lo que sale.

Así que en el tema de fondo creo que Fonseca lleva la razón. Al menos en este artículo, el anterior es bastante más nebuloso y chulesco, algo nada infrecuente en Fonseca.

Al respecto debo comentar que cuando Fonseca logre soslayar su acostumbrado tinte amarillista, que supongo utiliza para mantener sus artículos entre los tres de arriba, en lo que a mí respecta habrá ganado unos cuantos enteros.

Albert Esplugas dijo...

Fonseca (y Policronio), sé por dónde vais, pero no acabo de estar de acuerdo.

1) Que un asesino salga a la calle en un par de décadas me parece vergonzoso e indecentemente injusto, y si la opinión pública solo despierta de su letargo cuando sucede una atrocidad como la de Marta, pues bienvenido sea ese súbito arranque de sentido común.

2) Para ti (Fonseca) el que sirve de inspiración a los legisladores es "un hombre con ganas de ver rodar cabezas", para mí es un hombre que reclama justicia para su hija en un sistema injusto hasta la médula, y es el más legitimado para pedirla.

3) La sociedad española es desde hace tiempo consciente del sesgo anti-víctima de la Justicia. Mi impresión es que la cadena perpetua siempre ha sido popular (no sé si mayoritaria), no creo que la muerte de Marta y la explotación sensacionalista que han hecho los medios de esta noticia hayan producido más conversos de los que había, que ya eran muchos (yo entre ellos).

4) De nuevo, el padre no ha pedido que se cambie la legislación ipso facto, ha solicitado un referéndum para que la ciudadanía se pronuncie, algo que no ha podido hacer hasta ahora y que algunos han venido defendiendo desde hace tiempo. A mí creo que me ha pasado por la cabeza en más de una ocasión.

5) Insisto, hay cambios en la legislación (positivos desde un punto de vista liberal) que no se llevarán a cabo sino es a base de arrebatos como el que a veces invade a la ciudadanía después de una flagrante injusticia. No está claro que los cambios legislativos positivos se produzcan luego de un debate sereno y racional (tampoco lo contrario), más que nada porque dudo que haya realmente debate sereno y racional aún en ausencia de un "calentón".

Saludos

José Mateos dijo...

"Tanto tu como Hitler sois anticomunistas"

Pero Hitler no era comunista??

Coñas aparte, estoy completamente de acuerdo con las dos últimas entradas, excepto con la estúpida frase de "si teniendo un blog de opinión no consigues que te llamen facha o progre, al menos dos o tres veces al día, es que algo estás haciendo mal." Al menos has añadido "Progre" a la ecuación.

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Ese es el argumento de FJL!!!

F dijo...

Digamos que yo pienso que el reclamo de este señor es justo y comprensible... más el contexto de sentimentalismo colectivo me parece un tanto peligroso o al menos inadecuado.

Anónimo dijo...

"En una época de mentira universal, decir la verdad es un acto revolucinario" George Orwell

Anónimo dijo...

Creo que el tema no es nuevo, así que lo de legislar "en caliente" casi mejor diríamos "recalentado".
Este asunto es recurrente en todos los países, y en España mismo se ha planteado muchas veces antes.

Además, cómo dice Albert, lo que pide este hombre es un referendum. A mi me gustaría que se celebrara este referendum (cómo otros sobre otros temas). Y tampoco va a escribir el la hipotética pregunta del referendum, como dice Policronio.

Si que veo el dilema de ¿por que celebrar un referendum sobre este tema y no sobre otro? que creo que tiene que ver con la pregunta ¿cual es el crimen mas detestado por la sociedad? (¿Terrorismo, pederastia, asesinato de menores?) y también con la repercusión mediática que se le de a cada uno. Supongo que ésto último es lo que quería expresar Fonseca ayer, de forma poco inteligente a la vista de que los que ayer le ponían a caldo, hoy encuentran algún punto en común.

Lo que hace este hombre puede parecer patético, pero creo que cualquiera se arrastraría por reality shows, saldría a la calle, o lo que fuera por un hijo.

García dijo...

La cadena perpetua es una pena profundamente injusta. Por varios motivos:

1º. Deja a un lado uno de los fines que se persiguen con la imposición de la pena, que es la reinserción del autor del crimen en la sociedad. Por decirlo de forma sencilla, criminológicamente, la pena persigue dos fines: castigar al culpable y asegurar la reinserción social del sujeto (a fin de proteger a la sociedad en el presente y en el futuro). Ambas finalidades se limitan mutuamente: ni alguien arrepentido de su crimen se libra de pagar, ni alguien que se ha rehabilitado --pasado un cierto tiempo-- puede ser retenido preso.

Olvidar la finalidad reeducativa de la pena y reducirla únicamente a la retributiva supone una vuelta al derecho penal medieval y elimina uno de los principales límites de la acción punitiva del Estado sobre las personas.

2º. Aunque la modalidad de cadena perpetua que introdujésemos previese la posibilidad de que, en caso de que el sujeto se rehabilitase, pudiese salir libre después de muchos años en prisión, la mayor parte de la población olvida el profundo daño psicológico que produce la privación de libertad en las personas.

El Profesor Roca Agapito, señala en su libro "Sistema de sanciones en el Derecho Penal Español" que después de 15 años de cárcel, suele aparecer en el recluso el llamado "efecto de risionización", que le provoca pérdida de la capacidad del individuo para vivir en libertad, destrucción de la personalidad del preso, depresión, tendencia al suicidio, atrofia sensorial... todo ello síntomas de graves daños psíquicos que bien podrían supones una forma de pena inhumana, incompatible con la dignidad humana, sino incluso una forma de tortura.

El mínimo respeto por la dignidad humana y por los derechos que le son inherentes exige la puesta en libertad (total o parcial) de todo sujeto que, de seguir privado de libertad, pudiese sufrir graves desórdenes neuronales que destruyan su personalidad y pongan en peligro su integridad como individuo sujeto de derechos.

3º. En el fondo de todo el problema late la idea de que "quien comete un delito grave pierde sus derechos".

Si uno intenta explicarle a alguien que el acusado de haber matado a Mari Luz o Marta del Castillo también tiene derechos, dirá "¿Qué derechos? ¿Los que le negó a la chica?".

Quienes así actúan olvidan que el derecho a no sufrir torturas, penas o tratos inhumanas o degradantes y a una pena que garantice la posibilidad de reinserción fueron establecidos, precisamente, para proteger a los culpables frente a los abusos del poder del Estado (o de cualquier turba furibunda que demande venganza).

Y manda cojones que sean ahora algunos autodenominados "liberales" quienes se erijan en promotores de la eliminación de uno de los límites básicos que tiene el Estado a la hora de imponer sanciones penales, haciéndole la ola a ese pobre hombre.

PD: Ser víctima NO da la legitimidad, sino que LA QUITA. ¿Una víctima es imparcial? ¿Desde cuándo se puede ser juez y parte? Y más aún, ¿haber perdido a una hija convierte a ese hombre en un titulado en Criminología o en Derecho? Pues eso.

Anónimo dijo...

La pena también puede tener una función preventiva. Es decir, evitar que el reo reincida. Quitar la libertad a alguien es algo muy duro, pero si con ello se consigue que otros no pierdan su libertad, su vida, etc., yo opino que es necesario.

En todo caso, la función reeducativa no puede tener todo el peso. Mas aún cuando evaluar si alguien está reinsertado es bastante difícil. No hay mas que ver la de violadores que han reincidido.

Anónimo dijo...

"PD: Ser víctima NO da la legitimidad, sino que LA QUITA. ¿Una víctima es imparcial? ¿Desde cuándo se puede ser juez y parte? "

Si Doña Pilar Manjón o los familiares de los ejecutados durante la guerra civil tienen un plus de legitimidad para tratar la raiz de su desgracia, no sé porqué no la va a tener este hombre. Bueno, no lo sé pero me lo sospecho: a lo mejor si se hubiese jiñado en Bush, Aznar y Franco muchos de los que le quieren cerrar la boca le estarían metiendo un micrófono por ella.

García dijo...

Espartan, casi todos los reincidentes son en realidad personas con problemas psicopáticos que deberían recibir una medida de seguridad, y no una pena. Las medidas de seguridad se aplican a las personas que, estando (total o parcialmente) exentas de responsabilidad criminal por sus actos, tienen una alta peligrosidad criminal ad futurum.

Florecilla silvestre, ¿y desde cuándo ha tenido Pilar Manjón o las víctimas de la Guerra Civil legitimidad alguna más que para exigir justicia? Tener derecho a exigir justicia no significa tener derecho a juzgar al culpable e imponer una pena que se considere adecuada. ¿Acaso por ser víctima de ETA uno se convierte en un experto antiterrorista?