sábado, octubre 20, 2007

Gilipollez, morbo y prensa rosa

Morbo y tetas; poderosa combinación, la fórmula infalible para vender un buen producto de entretenimiento y conseguir que cuatro mamarrachos con aires de intelectuales se suban por las paredes.

Leo en el Norte de Castilla una entrevista a un profesor de comunicación audiovisual de la Universidad de Deusto que ha venido a dar no-se-cual conferencia a Valladolid (el nombre no me lo preguntéis, que ni me acuerdo). Habla de la prensa del corazón, que -para quien solo lee mi blog y vive ajeno al mundo de los medios-, es el tema favorito de todos los periodistas, comunicólogos y demás gilipollas con ínfulas de culturetas que quieren demostrar su pedigrí despotricando contra este tipo de productos con tantísimo éxito. ¿Las razones? Como siempre, irracionales. Que si es basura que no sirve para culturizar a la plebe, que si es un asalto a la intimidad de la gente, que si patatín, que si patatán. Pero esta vez, para mi sorpresa, veo que por primera vez un experto en comunicación dice algo coherente. “Si existe prensa y programas del corazón es porque la gente los consume, si queremos acabar con ella no tenemos más que dejar de verla”. ¡Con un par!

Para empezar, lo que hoy llamamos cotilleo, lleva existiendo desde que el mundo es mundo. Si analizamos cualquier programa rosa nos damos cuenta de que simplemente son narraciones de historias de amor y sentimientos. La única diferencia entre Romeo y Julieta y los folleteos de la modelo de turno es que los personajes de Shackespeare eran inventados y aquí hemos añadido el morbo de que es real. Nada más. ¿Qué hay de malo en eso?

Por supuesto, se trata de gente que cede su intimidad. Pero ¿A nadie se le ocurre pensar que cobran grandes sumas de dinero a cambio? Cuando alguien entra en el juego del periodismo rosa, lo hace voluntariamente. Se trata de gente que en la mayoría de los casos vive de contar sus cotilleos ¿A que se dedica si no Mar Flores? ¿Cuál es el oficio del hijo de la duquesa de Alba? Son personas que trabajan asistiendo a estos programas y dando espectáculo. Son muchos los famosos que no han querido entrar en el mundo del corazón y simplemente, no se les acosa.

Pero como vivimos en el país de la gilipollez, donde no se trata de ser sino de aparentar, nuestros intelectuales se echan las manos a la cabeza. Que un programa que consume mucha gente no puede ser bueno. Por supuesto que nadie se atreve a hablar de la prensa gratuita donde se confunde información seria con entretenimiento ni de lo puñeteramente fácil que es cambiar de canal y no ver “Aquí hay tomate” si no te gusta. Parece que nadie se ha parado a pensar que detrás de este tipo de productos hay un montón de profesionales que trabajan cada día por sacar cosas que interesen y que vendan, y que lo hacen cojonudamente bien. Claro, que es más fácil irse de putas y luego subirse al palco a hablar de castidad.

lunes, octubre 15, 2007

Adios a Cox and Forkum


Por encima de si estuvieses o no de acuerdo con sus ideas, Cox and Forkum tenían un estilo inconfundible y técnicamente perfecto. Pocos son los dibujantes que pueden considerarse a la altura de John Cox.

Además, han sido de los pocos caricaturistas que más fervientemente han defendido la causa de la libertad sin tapujos, lo cual les ha granjeado no pocas críticas. Sin embargo, todo lo bueno se acaba y han decidido cerrar el chiringuito.

La verdad que echaré mucho de menos sus viñetas.



Fonseca



miércoles, octubre 10, 2007

Viviendas gratis; el mundo color de rosa

Nos inculcaron que las cosas no cuestan trabajo, que se puede ser libre sin ser responsable de nuestros actos y no es así. Ahora estamos a merced de las promesas fáciles de cualquier hijo de la gran puta. Y así nos va.

Este es el caso de las viviendas. Cuestan dinero. Mucho. Eso implica grandes sacrificios por parte de quien quiera una. Todo tiene un precio. Sin embargo, algún demagogo hijo de puta se sacó de la manga eso de “el problema de la vivienda” y con eso ha movilizado a grandes cantidades de descerebrados ávidos de promesas fáciles. ¡Vivienda para todos! Piden. ¿Pero qué significa eso?

Para empezar, conozco a poca gente que viva en la calle. Existen multitud de programas de hipotecas que favorecen que una gran mayoría de españoles puedan comprar viviendas. Cuesta un sacrificio. Estar endeudado media vida no es agradable pero… ¡Todo tiene un precio! Las cosas requieren trabajo y el mundo no es una oenegé.

Llama la atención que mientras tanta gente protesta por lo caro que es comprar un piso, el mercado del alquiler esté tan jodido para los propietarios. Que pones un anuncio de “se alquila” y te contestan cuatro. Sin embargo hay que seguir protestando. ¡Todos tenemos derecho a una vivienda digna! Reza nuestra Constitución. Pero ¿Qué clase de derechos son esos? Por supuesto, nadie debería prohibirnos el poder adquirir una casa de la misma forma que no hay ninguna ley que prohíba echarse novia. Sin embargo ¿Alguien dice que “todos tenemos derecho a una novia/novio que esté buena/o?

Y es que ¡manda cojones! Seguirán protestando y los políticos seguirán prometiendo viviendas de protección oficial a cascoporro, subvenciones y su putísima madre. Aunque baste con pensar con un poco de lógica y ver cómo si las viviendas son caras es porque hay mucha gente que las demanda. Que en España parece que quien vive de alquiler es un apestado. Que hay que tener tu propia casa para pasar en ella toda la vida. Porque lo único que parece importarnos es tener una ficticia estabilidad. Y que en el momento en el que la demanda de pisos ha bajado, los precios han caído con ella.

Claro, que es más fácil protestar y pedir. Seguir pensando que las cosas deberían ser gratis y que el mundo es color de rosa ¿Qué le vamos a hacer? Es lo que nos han enseñado a creer.

martes, octubre 09, 2007

Sensacionalismo cañi

Esta es la primera entrada que publico después de haber enganchado mi blog a Red Liberal. Todo un honor que me hayan dejado entrar en una web tan cojonuda. Claro, que pocos bloggers pueden jactarse de tener detrás a soplapollas que hasta le dedican blogs para insultarle…

Estos días ha aparecido un nuevo periódico; Público. Ahora recuerdo esas primeras clases en 1º de Periodismo donde nos explicaban la diferencia entre prensa seria y prensa amarilla. Titulares cortos e impactantes muy poco informativos, protagonismo de la imagen frente al texto y estilo muy literario y tendencioso son las principales características del sensacionalismo. Y todas ellas se pueden ver en este nuevo diario que nace con la pretensión de “hacerle la cama al gobierno”.

Como no podía ser menos, se anuncian como “El periódico para esa generación que no se cree las mentiras”. ¡Manda cojones! Un diario que sigue la premisa de Michael Collom “objetividad informativa = propaganda socialista”. Seguramente algún profesor lo recomendará como lectura obligada para sus alumnos e 1º de Periodismo y se quedará tan ancho. Personalmente, cada día me irritan más los iluminados que van por la vida quitando vendas y enseñando caminos. Que les jodan a todos de una puta vez...
Fonseca