Tan cierto como cuando fue escrito, “una mentira repetida hasta la saciedad termina convirtiéndose en verdad para la opinión pública”. El amigo Goebbels podía ser todo lo hijo de puta del mundo, pero de tonto no tenía un pelo.
Basta con que repitas una idea una y otra vez, en distintos medios, de una forma más o menos explícita para que finalmente acabe asumiéndose como un dogma indiscutible. Este es el caso de la nueva doctrina ecologeta, que envuelta en una jerga pseudocientífica ha pasado a convertirse en una fe ciega cuando solo está basada en hipótesis y tiene dividida a la comunidad científica. Porque nadie sabe a ciencia cierta QUE es lo que provoca calentamiento global –o cambio climático, que es como se llama ahora para así poder alarmarse también si el planeta se "enfría"-. Por supuesto no se puede afirmar que sea la intervención humana la culpable de este fenómeno. Es más, ni siquiera podemos afirmar que sea tan grave como nos cuentan. En mi caso, ni siquiera creo a pies juntillas en su existencia.
Y es que ¿Cómo creer que después de haber pasado el invierno con las nevadas más intensas que recuerdo y haber llevado jersey en la primera quincena de agosto, el 2006 fue uno de los años más calurosos en Castilla y León? No soy científico, pero tampoco soy gilipollas.
Según afirman algunos “entendidos” la temperatura aumenta cada año un grado. Eso significa que en veinte años ha aumentado diez grados. ¿Alguien recuerda el verano de 2006 con treinta grados de temperatura máxima?
Pero por si acaso, ir comprando bermudas de varios colores, porque dentro de otros veinte años va a ser la prenda de moda otoño invierno.
Ahora todos estos apóstoles del fin del mundo están de enhorabuena. Cierto es que este año está siendo bastante caluroso. Parece ser la prueba irrefutable de ese ascenso progresivo de las temperaturas. ¿A nadie se le ocurre pensar que siempre ha habido años más calurosos que otros?
Pero es más fácil dejar que piensen por nosotros. Frente a los científicos alarmistas hay muchas opiniones. Aquí dejo la carta de oregon, un texto firmado por más de 17000 científicos en el que al menos podréis leer otras opiniones.
http://www.oism.org/pproject
También pego un link hacia un chiste bastante mordaz sobre el tema
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_36424.html
No perdamos la capacidad crítica, es esencial para defender nuestra libertad.
Fonseca
Basta con que repitas una idea una y otra vez, en distintos medios, de una forma más o menos explícita para que finalmente acabe asumiéndose como un dogma indiscutible. Este es el caso de la nueva doctrina ecologeta, que envuelta en una jerga pseudocientífica ha pasado a convertirse en una fe ciega cuando solo está basada en hipótesis y tiene dividida a la comunidad científica. Porque nadie sabe a ciencia cierta QUE es lo que provoca calentamiento global –o cambio climático, que es como se llama ahora para así poder alarmarse también si el planeta se "enfría"-. Por supuesto no se puede afirmar que sea la intervención humana la culpable de este fenómeno. Es más, ni siquiera podemos afirmar que sea tan grave como nos cuentan. En mi caso, ni siquiera creo a pies juntillas en su existencia.
Y es que ¿Cómo creer que después de haber pasado el invierno con las nevadas más intensas que recuerdo y haber llevado jersey en la primera quincena de agosto, el 2006 fue uno de los años más calurosos en Castilla y León? No soy científico, pero tampoco soy gilipollas.
Según afirman algunos “entendidos” la temperatura aumenta cada año un grado. Eso significa que en veinte años ha aumentado diez grados. ¿Alguien recuerda el verano de 2006 con treinta grados de temperatura máxima?
Pero por si acaso, ir comprando bermudas de varios colores, porque dentro de otros veinte años va a ser la prenda de moda otoño invierno.
Ahora todos estos apóstoles del fin del mundo están de enhorabuena. Cierto es que este año está siendo bastante caluroso. Parece ser la prueba irrefutable de ese ascenso progresivo de las temperaturas. ¿A nadie se le ocurre pensar que siempre ha habido años más calurosos que otros?
Pero es más fácil dejar que piensen por nosotros. Frente a los científicos alarmistas hay muchas opiniones. Aquí dejo la carta de oregon, un texto firmado por más de 17000 científicos en el que al menos podréis leer otras opiniones.
http://www.oism.org/pproject
También pego un link hacia un chiste bastante mordaz sobre el tema
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_36424.html
No perdamos la capacidad crítica, es esencial para defender nuestra libertad.
Fonseca