sábado, mayo 30, 2009

¿Libertad en Internet?

... Si tú no decides, Europa lo hará por tí.

jueves, mayo 28, 2009

El tipo que lee "La Razón"

Tal vez me equivoque pero tiene toda la pinta de tener pasta. Y saber manejarla. Seguramente sea de los que se afeita con Intereconomía y tiene su despacho por el centro de Valladolid. No creo que vuelva a verlo por el bus. No da el perfil de usuario de transporte público.

Le ví por primera vez en el autobús, justo delante mío, al lado de la ventana. Cuando hace Sol, la luz incide de una forma especial en las caras de la gente y resalta bien sus formas. Es una iluminación que favorece.

El tipo leía La Razón. Eso me llamó la atención. Era el vivo reflejo de la imagen que me viene a la cabeza cuando pienso en un tipo de derechas inteligente. Mediana edad, gabardina, traje impoluto, peinado a lo Michael Douglas en “Wall Street” y facciones rotundas. Durante todo el viaje no se dio cuenta de que no le quitaba ojo.

Supongo que si hubiera levantado la mirada me habría dicho algo. Y le habría respondido que “cuando sea mayor quiero ser como él”. Por suerte o por desgracia no lo hizo. Por eso el otro día cuando volví a toparme con el me pude sentar algo más lejos y dibujarle sin que se inmutara.

Tal vez me equivoque pero tiene toda la pinta de tener pasta. Y saber manejarla. Seguramente sea de los que se afeita con Intereconomía y tiene su despacho por el centro de Valladolid. No creo que vuelva a verlo por el bus. No da el perfil de usuario de transporte público. Es más bien el típico fulano que te encuentras por Santiago, esquina con "las Francesas". De esos que usan trajes caros y llevan maletines.

Pero este no es, símplemente, uno más de esos. Es algo así como el Cary Grant de los tipos que usan trajes caros en Valladolid. Una rara avis en su habitat. Y un espécimen raro de pillar en la línea 3, camino de Girón. Supongo que vivirá cerca de mi casa. Pero aún así no va a ser fácil volver a encontrármelo. Por eso tenía que dibujarlo. Y colgarlo aquí.

miércoles, mayo 27, 2009

La primera vez que Churchill enculó a Hitler

Fue el primer barapalo que se llevó Hitler. Y siempre digo que aquella noche del 27 de mayo debió sentir una sensación extraña en el estómago. Era la polla de Churchill y de todos los demócratas del momento que le estaba jodiendo por el culo. Y no creo que le gustara.

Fue un día como hoy hace más de sesenta años. Los nazis habían barrido la línea Maginot y tenían a los gabachos al borde de la costa. A punto de caramelo. Si la II Guerra Mundial fuera una película, los franceses serían el secundario cómico. Ya se sabe que la desgracia ajena siempre es graciosa.

Claro que en ese momento se jugaban los huevos toda Europa. Y gracia tenía la justa. La primera resistencia contra los nacional-socialistas se iría a tomar por culo. Solo quedarían los british y los yankees. Y estos últimos estaban lejos y aún no terminaban de entrar en la guerra. Vamos, que a falta de un milagro, Hitler habría ganado el 50%

Tenía un profesor que decía que la guerra saca lo más cabrón de uno. Pero también lo más noble. Y cuando nadie se lo esperaba aparecieron en la costa francesa hordas de barcos de recreo ingleses. Eran ciudadanos de a pie que se volcaron para salvar a los pocos soldados que quedaban. Y lo consiguieron.

Silenciosamente fueron evacuando a los militares en embarcaciones ridículas. Sin que interviniera ningún buque armado. Y cuando llegaron los alemanes se encontraron toda la costa vacía.

Fue el primer varapalo que se llevó Hitler. Y siempre digo que aquella noche del 27 de mayo debió sentir una sensación extraña en el estómago. Era la polla de Churchill y de todos los demócratas del momento que le estaba jodiendo por el culo. Y no creo que le gustara.

martes, mayo 26, 2009

El crepúsculo de los políticos

Ambos se arriesgaron a decir lo que realmente pensaban. Supongo que porque son de los pocos políticos que realmente piensan. De los que engrandecen una política que estaba bastante medianizada con gilipuertas que discuten sobre quien aplica mejor el mismo modelo. Supongo que por eso les llevan a un destino crepuscular.

Mayor Oreja es incapaz de sonreír hasta en la foto de campaña. Un John Wayne de la política. Tan válido que podía hacer sombra. Por eso ha terminado en Siberia. López-Aguilar, por su parte, es de los tipos inteligentes del PSOE y supongo que por las mismas le han destinado al Parlamento Europeo; un cementerio de elefantes donde, sin embargo, se encuentran grandes leyendas condenadas al crepúsculo.

Por eso el debate de ayer fue tan brillante como soso para la opinión pública. Ya se sabe que las elecciones europeas son ese evento que los partidos hacen que les interesa y los medios hacen como que lo dan cancha. Pero que en realidad a nadie le importa un carajo. Tal vez por eso tanto Mayor Oreja como Lopez Aguilar se atrevieron a mantener una confrontación ideológica de verdad.

Así es que el socialista mantuvo su papel de joven progresista frente a la madurez de un Mayor Oreja parco en movimientos y en palabras;mientras tu aprendías a tocar la guitarra, yo defendía la democracia”. Precioso el momento en el que Aguilar se quiso marcar el punto de “liberal en lo social” para afinar diferencias con su oponente conservador. El otro le dejó seco al decir que, en realidad, el gobierno de Aznar no retrocedió un ápice en cuanto a libertades civiles.

Fue un debate de libro. Concretamente de EL libro “No pienses en un elefante” de George Lakoff. Ambos se lo han debido leer de cabo a rabo. Cada uno fue a soltar su discurso sin dejarse llevar. Hablaban exclusivamente para su target. Ningún socialista va a cambiar su discurso por mucho que nadie del PP intente disfrazarse. De ahí la perla de “Aznar intervino en la economía incluso más de lo que debería haberlo hecho”.

Ambos se arriesgaron a decir lo que realmente pensaban. Supongo que porque son de los pocos políticos que realmente piensan. De los que engrandecen una política que estaba bastante medianizada con gilipuertas que discuten sobre quien aplica mejor el mismo modelo. Supongo que por eso les llevan a un destino crepuscular. Lo más lejos posible. Donde no hagan sombra.

jueves, mayo 21, 2009

¡¡¡Google destruye la democracia!!!

Lo llevamos aprendido desde que salimos del horno. Que somos “algo más” que unos simples proveedores de noticias. Y que por eso merecemos toda clase de privilegios. Los estados proveen.

Nos lo enseñan desde el primer día que empezamos la licenciatura en Periodismo. Que no es que seamos el cuarto poder porque a los consumidores les gusta estar informados sino que, desde los poderes públicos se nos tiene que defender. Que semos la polla con cebolla. Y que tenemos derecho a que se nos conceda todo tipo de privilegios para mantener nuestros chiringuitos como están. Aunque vayan quedando obsoletos.

Eso explica la reacción de la Asociación Europea de Editores de Periódicos (ENPA), que la han tomado con Google News por querer incluir publicidad en su servicio. Se trata de un agregador de noticias; tu pones un tema y él te busca todos los contenidos relacionados. Es una forma distinta de ofrecer información. Y no les gusta.

Por supuesto el primer argumento que esgrimen para mantener su estatus es que Google puede dañar la “democracia y las libertades ciudadanas”. Dicho de otra forma. Nosotros, los periodistas de toda la vida somos intocables y todo aquel que nos haga sombra es un enemigo de la causa.

En realidad Google News te permite que vayas directamente a la página del periódico. En el fondo es la mejor publicidad que podría tener cualquier medio. Pero las empresas tradicionales quieren ser las que controlen toda la información. Y ganar todos los beneficios.

Y si para eso hay que buscarse filosofía barata, se busca. Lo llevamos aprendido desde que salimos del horno. Que somos “algo más” que unos simples proveedores de noticias. Y que por eso merecemos toda clase de privilegios. Los estados proveen.

lunes, mayo 18, 2009

Capitalismo funkie

Kjell Nordström; parece un gafapasta más pero... ¡no se lo pierdan!


jueves, mayo 14, 2009

Sr Rajoy: ¡Aprenda a insultar!

Verá; el arte del insulto consiste, únicamente, en desmoralizar y descalificar públicamente a su adversario. No es algo con lo que usted tenga que desahogarse sino que tiene una función clara y muy útil. Dado que el Debate de marras no se centró en otros temas me atrevería a decir que no estuvo a la altura.

Señor Mariano Rajoy.

En esta carta abierta no quiero hablar de si ganó o perdió el Debate del Estado de la Nación. Tampoco en sus propuestas económicas. Ni en las de Zapatero. Ambas darían para poco de lo que hablar. Además, la sesión no fue otra cosa que una exhibición de insultos. Y ahí si puedo decirle que le pulieron. Por todos los lados.

Verá; el arte del insulto (ver “El arte de insultar” de Arthur Shopenhauer; la mejor antología publicada sobre esta materia) consiste, únicamente, en desmoralizar y descalificar públicamente a su adversario. No es algo con lo que usted tenga que desahogarse sino que tiene una función clara y muy útil.

Por eso la regla de oro es siempre resaltar aquellos defectos que realmente tenga su oponente. Soltarle un “hijo de puta” a alguien cuya madre sea una mujer casta y pura no tiene ningún sentido. En ocasiones es mucho más efectivo un “gordito” que un “maldito cabrón”. Fue mucho más inteligente por parte de Zapatero resaltar sus dudosos éxitos electorales que su burdo “ustedes no saben leer”. Los socialistas tendrán muchas cosas pero leer saben. Mejor o peor, pero saben.

Tampoco debería pasar por alto la fuerza del sarcasmo. Uno logra desacreditar a su oponente cuando hasta sus propios compañeros se ríen con su burla. Por eso un buen insulto tiene que ser gracioso. Y siento decirle que pese a que soy militante de su mismo partido, cuando escuché a Zapatero decir que “usted solamente es maestro en perder elecciones. En eso, le reconozco, me gana dos a cero” estallé en carcajadas. Le dejó mordiendo el polvo.

Y lo hizo delante de todo el mundo; congreso, cámaras y micrófonos. Y encima no se lo esperaba. Es como si se hubiera estado preparando esa “bomba H” de la ofensa desde que perdió las últimas generales. Fue un insulto de libro. Y dado que el Debate de marras no se centró en otros temas me atrevería a decir que no estuvo a la altura. Me gustaría pensar que mis palabras le sirvan de algo. Pero, tranquilo, soy un tipo realista.

viernes, mayo 08, 2009

El sueño de todo buen geek

Tener el carisma de una rock star...


sábado, mayo 02, 2009

¿Que pensará Pablo Molina de los striptis publicitarios?

Por eso no cabe duda de que Pablo Molina es uno de los grandes. Y que sabrá posicionarse en este sentido como sólo el es capaz de hacer. A fin de cuentas, es al liberalismo lo que Camela a la chanson española. Un tipo redondo. En todos los sentidos.

Pablo Molina es elCamela de Libertad Digital. Un columnista capaz de conectar con su público. Con ese duende que se forja en la calle. Fácil de entender para cualquiera que conciba la realidad como una gran dicotomía; o se es progre o se es liberal. Y si, por ejemplo, la Iglesia condena el preservativo, su uso se convierte en cosa de rojos. Punto pelota.

Con ese nivel de razonamiento me pregunto qué se le pasa por la cabeza cuando Pepsi –versión demócrata de la Coca-Cola- saca una campaña de marketing en la que salen hombres y mujeres desnudándose en los escaparates de Preciados (Madrid). Es del tipo de cosas que no son del agrado del Vaticano. Tampoco de los socialistas. Estos incluso han pedido que se censure.

Partiendo del binomio bien-mal; Iglesia-progres ¿Que debería pensar un buen liberal? De esos que prefieren votar a AES antes que al PP para, al menos, evitar diputadas que aprueben mociones de reproche contra el Papa. Debe ser una jodienda ver a enemigos y amigos en el mismo bando, supongo.

Porque cuando alguien del PP sale defendiendo el condón es tan fácil como tacharle de marxista, acomplejado y gilipollas. Que como decía un blogger que se hace llamar Maestro, el sexo es como un cassete de los de antes, y el secreto no está en la protección sino en probar en la cara B. Ya se sabe que cada uno se monta su película como puede para pillar.

Es lo mismo que hay que hacer para conseguir lectores, si la fórmula funciona es que está bien planteada. Por eso no cabe duda de que Pablo Molina es uno de los grandes. Y que sabrá posicionarse en este sentido como sólo él es capaz de hacer. A fin de cuentas, es al liberalismo lo que Camela a la chanson española. Un tipo redondo. En todos los sentidos.