lunes, agosto 27, 2007

¿Donde están los eco-alarmistas?



¿Os habíais fijado antes? Desde hace varios años, los medios de comunicación vienen acostumbrándonos, al final de cada mes de agosto, a portadas con titulares que aseveran que ese verano, que está dando ya sus últimos coletazos, ha sido “el más caluroso de los últimos cincuenta años”.

Con solo tener un poquito de memoria, todos podemos recordar estíos más tórridos, donde los termómetros han marcado más de 45ºC y hemos tenido que dormir en la bañera. Pero da igual, el caso es mantener el miedo al calentamiento global. Hacernos creer que hay una progresión año tras año hacia temperaturas cada vez más altas. Es la forma que tienen los ecologistas de decirnos “¿veis como teníamos razón? ¡La Tierra se está recalentando!”. El verano pasado, la mentira fue descarada. Después de un agosto lluvioso, donde durante una semana larga en Valladolid no se subió de los 22ºC; el “20 Minutos” se atrevió a decir que el 2006 había sido el “año más caluroso de los últimos cincuenta años”. ¡Con dos cojones!

Sin embargo este año ni siquiera los medios más sensacionalistas han podido hablar de olas de calor históricas ni nada por el estilo. Recuerdo las predicciones alarmistas a finales de mayo de quienes aseguraban un verano saharaui para el 2007. En mitad de una época de efervescencia del miedo al “cambio climático”, con Al Gore recorriéndose medio mundo dando conferencias apocalípticas (cobrándolas a cojón de obispo, claro), los ecologistas se frotaban las manos. Cuanto más calor, más adeptos a su causa. Sin embargo, parece ser que la Madre Naturaleza ha dicho “¿No tuvisteis suficiente con el verano pasado? ¡Pues este verano va a ser tan fresco que nos o va a volver a creer ni vuestra puta madre!”. Así es que se ha abierto el debate; ¿realmente se va a acabar el mundo mañana?

http://www.larazon.es/noticias/noti_soc35407.htm

La teoría del calentamiento global dice que cada vez hace más calor. Eso significa que cada verano debe ser más tórrido que el anterior siguiendo una evolución lógica. Podría ser que en algún momento esa curva tenga picos hacia abajo, desniveles, pero tres meses de contraste tan alto son demasiado contradictorios como para seguir afirmando que las temperaturas siguen subiendo.

¿Hacen falta más pruebas para dejar en ridículo a la secta ecoprogre? ¿Volverá ahora la teoría del “enfriamiento global” con la que metían miedo hace treinta años? ¿Alguien en su sano juicio puede seguir creyéndoles?
Fonseca

lunes, agosto 06, 2007

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Libertas me ha pedido que recoja su testigo y confiese ocho verdades inconfesables en mi blog continuando así uno de esos memes que circulan por la blogosfera. No soy muy dado a estas cosas pero pidiéndomelo Libertas ¿Quién le dice que no?

Lo cierto es que no tengo muchos secretos inconfesables, pero viendo la dinámica que han llevado el resto de blogs que han seguido esta cola, contaré ocho cosas sobre mi vida que sepa muy poca gente.

1.- Mis padres me inculcaron unos valores profundamente democráticos y de moderación. También me enseñaron a ser bastante escéptico con todos los que van por la vida de salvapatrias, diciendo que todo está fatal. Era un niño, pero no hacía falta ser un lince para ver que ni España era una anarquía como predicaban las letanías parafascistas que me recitaban unos, ni tampoco un infierno capitalista lleno de pobreza e injusticia como aseguraban los más “rebeldes” de mis compañeros de clase, de esos que escuchaban Sca-P y llevaban camisetas del “Che”. Simplemente me parecían posturas extremistas e hipócritas y no me las creía. A decir verdad, sigo sin creer al 100% en nadie. Mucho menos en los que van de “buenos” por la vida.

2.- Fue en bachillerato, en la Escuela de Artes de Valladolid cuando tuve la inmensa suerte de tener el mejor profesor de filosofía que se puede tener (Javier Martín). Un tipo que no se preocupaba por cumplir el programa académico sino por formar gente que supiera pensar por si misma. Creo que conmigo lo consiguió. Me enseñó que la filosofía no es cosa de cuatro barbudos que se dedican a divagar formulando teorías incompatibles con la realidad sino que se trata de algo muy real, muy práctico y basado en razones. Con el aprendí a amar la filosofía y a leer cosas por mi cuenta. Pronto me decanté por la filosofía política leyendo “Sobre la libertad” de Stuart Mill (recomendado por él). Mis ideas evolucionaron de ser complacientes con el estado del bienestar a ser cada vez más liberales. Meses después estaba firmando mi ingreso en Nuevas Generaciones del Partido Popular. ¡Todo por culpa de un profesor!

3.- Siempre he sido una persona muy “espiritual”. Estudié en un colegio de Maristas, donde nos enseñaban mucha religión y así decidí de motu propio ser católico practicante. Por supuesto, había cosas con las que no comulgaba pero en general estaba de acuerdo con todo. Mi fe era tan sincera, que con 12 años pensé en hacerme hermano marista. Soñaba con marchar a países del tercer mundo para ayudar a los más necesitados y vivir en una comunidad religiosa. Con el tiempo mi fe se fue apagando paulatinamente y cada vez me fui distanciando más de la doctrina católica. Por supuesto, no he perdido el sentido común y creo racionalmente en la existencia de un ser superior; un “Gran arquitecto”. Sin embargo ya no me considero una persona tan religiosa como lo fui de pequeño.

4.- Mi primer disco y ahora, uno de mis imprescindibles fue y es “Navidades con otro ritmo”. Un regalo promocional que le vino a mi padre con una botella de “Johny Walter”. Villancicos cantados por Nat King Cole, Louis Amstrong, etc…

5 (¡por el culo te la hinco!).- Bueno, cualquiera que me conozca personalmente lo sabe. Siento una poderosa debilidad por rimar cuando alguien pronuncia algún número (me sé “poesías” para TODOS), especialmente el 5 y el 1 (¡mi picha en tu desayuno!)

6.- Alfred Hitchcock es mi héroe de la infancia desde que vi “La Soga” con 10 años. A partir de entonces fue cuando me di cuenta de que quería dedicarme a “contar historias con imágenes”. Otra de mis películas favoritas de pequeño era “Chacal” de Fred Zinneman y, por supuesto, “Power Rangers, la película” (que todavía sigo viéndola cierto encanto). En mi cuarto (la gente que ha entrado lo sabe) tengo un póster de “Vértigo (de entre los muertos)”. ¡Y lo compré antes de que se pusiera de moda la serie “House”! (es que desde que uno de los protas lo tiene en su despacho se ha puesto de moda).

7.- Sin embargo, mi gusto por “contar historias” viene desde que era de pequeño. Mis padres no veían con buenos ojos que me gustaran las cosas “de miedo” así que ya que no podía ver películas de monstruos, me las inventaba. Estaba obsesionado con dibujar castillos de Drácula a todas horas (lo que me condujo a no pocas visitas con la psicóloga del colegio, que por cierto, estaba –y creo que sigue estándolo- buenísima) En 4º de primaria (9 años) dibujé mi primer cómic de superhéroes “El guerrero”. Un compañero de clase (que ahora es amigo; Álvaro de la Horra) me copió la idea y también se intentó su propio personaje; Slammu. Llegamos a hacer crossovers donde los dos personajes luchaban juntos contra malvados terroristas que echaban veneno en los bombones de los calendarios de Adviento.

8.- Todos los días dibujo media horita como mínimo (el máximo no existe) para ir constantemente mejorando mi técnica. Una de mis formas de “hacer mano” (no penséis mal) es dibujar a mis compañeros de clase, gente del autobús y de la calle, en general, sin que sepan que lo estoy haciendo. Me gusta esa sensación de “voyeur”. Así que si alguien me ha visto mirándole de reojo con mi lapicera (que se llama Brígida), puede que le esté retratando… Muahahahahahahhhh


Bien, pues ya está. Me acabo de sorprender a mi mismo ¡Ocho cosas sobre mi y ninguna habla de sexo!... La verdad es que no me he atrevido… ¡No vaya a ser que llegue Del Olmo y me secuestre el blog!


Fonseca