viernes, abril 17, 2009

¡Joer con Pepiño!

No deja de tener su gracia que el que parece revelarse como el único ministro íntegro que nos queda sea el que otrora hacía el papel de sectario. Es como si hubiera asumido que ahora tiene un rol distinto. Que ya no representa a un partido sino a un gobierno. Y que otro tendrá que recoger su testigo de “poli malo”.

En todos los ámbitos existe la figura del poli bueno y el poli malo. Siempre. Tan necesario como tener una cara bonita en una organización es establecer un punto sobre el que focalizar el odio de la oposición. José Blanco era eso; the man they love to hate. El de las pataletas de críos. El gobierno decía “A” y el remataba con la gilipollez de turno para que la derecha se ciscara con él. El juego funcionaba.

Y de ahí viene ese recelo cuando le han dado la cartera de Fomento
. Si era difícil entender que semejante soplapollas hubiera llegado a Secretario General del PSOE, más jodido era verlo como ministro. Por eso mi sorpresa al ver sus primeros pinitos en menos de una semana. ¡Joer con Pepiño! ¡Y parecía tonto!

Primero se reúne con Esperanza Aguirre. Lo esperable era que saltaran chispas. Y que aprovechara la coyuntura para marcarse un tanto de “antifacha”. Sin embargo los dos salieron de la manita con varios acuerdos firmados. Win to win. Honestidad ante todo. “Independientemente del color político”.

Y ayer, sin más tramites que los necesarios, se ventiló una secretaría de estado quedándose únicamente con dos. Es su forma de optimizar costes en tiempos de crisis. Que ser socialista no es sinónimo de ser imbécil. Y ante todo están unos compromisos (buenos o malos) que pocos políticos se atreven a cumplir. Bien por sectarismo o por oscuras razones partidistas.

Y no deja de tener su gracia que el que parece revelarse como el único ministro íntegro que nos queda sea el que otrora hacía el papel de sectario. Es como si hubiera asumido que ahora tiene un rol distinto. Que ya no representa a un partido sino a un gobierno. Y que otro tendrá que recoger su testigo de “poli malo”.

6 comentarios:

Ludovico dijo...

Tienes razón es una sensación extraña, es como decir me lo han cambiado, este no es mi pepiño.
Es como para llamar a un exhorcista para que el demonio que le invade salga de él y se muestre como realmente es.
Es como si fuera la historia de Doctor Jekyll y Mr Hyde.
Y no me digas que esto no da miedo...

Delfin Córcoles dijo...

"La primera impresión es la que queda"

Eso es lo que piensan los socialistas, y les va bien.

En un par de meses, como mucho se creara la primera imagen de "Ministro de Estado" y "hombre sensato" para después del verano...

Saludos.

Jorge Castrillejo dijo...

Y después a Galicia. Previa regada de euros del Plan Galicia que reeditará con Feijoo.

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Puede que haya cambiado al tener una responsabilidad distinta.

Anónimo dijo...

Que decepción. Pepiño siempre ha sido uno de mis personajes favoritos. Es a la política lo que Jesús Gil, Gaspart, Lopera son (o eran) al futbol...

Cliente X dijo...

Como hombre refranero voy a resumir mi pensamiento en una conocida sentencia castellana:

"Aunque la mona se vista de seda, mona se queda"

Este es el Pepiño de siempre, no os quepa la menor duda de que más pronto que tarde volverá a las andadas.

Cliente X
PD (siento haberte dejado como un sátiro frente a esa chica, pero ese es el precio que hay que pagar al relacionarse con gente de mi calaña...)