lunes, marzo 01, 2010

El bien común

¿Dónde termina el bienestar general y empiezan los legítimos intereses individuales? ¿Qué sentido tiene la excesiva preocupación por el “bien común” en una sociedad donde, se supone, cada persona es dueña de su destino?

Tan típico –y estúpido- como el beso de rigor a un crío es que los políticos en sus discursos, apelen al bien común. En parte puedo entenderlo. Gobernar para todos supone tratar de poner los instrumentos del Estado a favor del ciudadano.

Ahora bien ¿Dónde termina el bienestar general y empiezan los legítimos intereses individuales? ¿Qué sentido tiene la excesiva preocupación por el “bien común” en una sociedad donde, se supone, cada persona es dueña de su destino?

Especialmente en un partido como el popular, cuyos principios programáticos giran –al menos sobre el papel- en torno al individuo, tal vez lo más coherente sería procurar que el bien común no sirva de pretexto para anular nuestras aspiraciones particulares.

3 comentarios:

Delfin Córcoles dijo...

Efectivamente, "tal vez lo más coherente sería procurar que el bien común no sirva de pretexto para anular nuestras", si, pero...

Un abrazo.

Strafford dijo...

Doctores tiene la Iglesia.
Y en concreto, en la Iglesia Liberal, ahi tienes a Hayek que en su "Derecho, legislación y libertad" le dedica no poco espacio a la mal llamada "justicia social".

Saludos!.

Eetión dijo...

Si por Bien Común se entiende el conjunto de condiciones sociales que permiten el desarrollo integral de cada individuo (de cada uno, no de la colectividad), en teoría la dicotomía desaparece. El problema está ahora en buscar ese conjunto de condiciones sociales (incluyendo las económicas). El bien común que mencionan algunos es la dictatura de la mayoría.

Un saludo.