viernes, julio 02, 2010

Los sindicatas odian a Thatcher

Así quedó en evidencia el rollo mafia que se trae un sindicato. Que por debajo de esa representatividad está la panda matones. Los de los piquetes. Sí, esos. Los neonazis que animan los partidos de fútbol. Los que agitan el arbol o, en este caso, a Esperanza Aguirre.

Thatcher se ganó el odio de los sindicatas. A pulso. En 1980 les obligó a permitir el voto secreto para declarar huelgas. Nunca se lo han perdonado. Y es lógico; tan pronto se promulgó la ley, los paros se redujeron a la mitad.

Así quedó en evidencia el rollo mafia que se trae un sindicato. Que por debajo de esa representatividad está la panda matones. Los de los piquetes. Sí, esos. Los neonazis que animan los partidos de fútbol. Los que agitan el arbol o, en este caso, a Esperanza Aguirre. Y de paso, meten un par de hostias a los sindicatos de la competencia por “vendidos al PP”.

Así está Cándido, de inflarse a comer nueces.

Hablan de crear una “ley de huelgas”. Como si ahora estuviera permitido hostigar a los trabajadores. O como si fuera lógico que en una democracia se votara a mano alzada. Con un aparatchik apuntando bajas.

Y la solución es tan sencilla como aplicar los mismos principios a todos. Las mismas penas al que pega una paliza por motivos raciales que al que la pega por intereses “de clase”. Thatcher lo hizo y duró una década en el gobierno.

3 comentarios:

No a todo dijo...

Se iban a enterar éstos de lo que vale un peine si la tita Maggie estuviera por aquí repartiendo. Y nos lo íbamos a pasar pipa. Por ejemplo. ¡Más maja!

Un saludo.

Lanarch dijo...

¿Seguro que fue por un solo motivo? Mira que me cuesta de creer...

Que conste que lo digo porque no tengo ni idea de todo el asunto. Pero en cualquier efecto rara vez hay una sola causa.

Por otra parte, yo sé de unas cuantas veces en las que son los jefes los que exigen las votaciones a mano alzada (aquí, ahora). Para votar congelaciones de sueldo, por enxiemplo. Y cuando se convoca una huelga, quien quiera ser esquirol y acudir al curro va a dar la cara al final.

No sé, no sé, Fonseca, pa mí que hay algo más aquí ;P

Fonseca dijo...

Hombre Lanarch, no fue LA ÚNICA causa pero sí una de las determinantes. La confrontación con los mineros vino después.

Pero la polémica de la "ley de empleo" por lo del voto secreto debió de ser como lo del decretazo, pero a lo bestia.

Es muy interesante la historia de Thatcher, la verdad...


Fonseca

PD no es lo mismo dar la cara días después que ser el del "yo no" el día en que están todos reunidos a votar.