domingo, noviembre 25, 2007

Que Milton Friedman es liberal, coñe!

¿Era Milton Friedman un socialista? Últimamente no se escribe de otra cosa en Red Liberal. Los fervientes ancaps de manifiesto no dudan en ponerle al lado de un Stalin cualquiera. Otros, quizá más moderados, le tienen como un ilustre defensor de la libertad. ¿Quiénes tienen razón?

Para quien no lo sepa, Milton Friedman es uno de los grandes economistas del siglo XX (hasta aquí creo que estamos todos de acuerdo). Fue el mayor representante de la escuela de Chicago y uno de los asesores del presidente Nixon y más adelante, de Ronald Reagan. De hecho, podríamos considerar a Friedman el gran ideólogo de la política económica llevada a cabo por Thatcher y Reagan en los años ochenta; recortes de impuestos, liberalizaciones masivas y privatizaciones.
Además de eso, Milton Friedman ha sido uno de los grandes divulgadores de las ideas liberales con su libro y su serie de documentales “Libertad de elegir” y con la fundación que presidió junto a su mujer Rose “Friedman Foundation”.

Junto a su defensa de una economía libre y un estado mínimo (minarquismo), Milton propuso ciertas medidas sociales como un salario mínimo universal (que él llama impuesto positivo) que son las que llevan a Juan Ramón Rallo y algún bloguero más de Red Liberal a justificar que el economista de marras era más socialista que la madre que lo parió.

El liberalismo, concebido como una forma de pensamiento y no como un periodo histórico, es más una tendencia que una ideología clara y concisa. Un liberal es alguien que pretende, en mayor o menor medida, una sociedad de individuos libres, con un estado pequeño (o inexistente) y una organización social espontánea, no planificada , basada en la propiedad privada y en los intercambios voluntarios; el mercado. ¿Hasta qué punto podemos decir que alguien es o no liberal? Como muchas cosas en la vida, es algo relativo. Quicir, que no se es o no liberal perse, si no que uno es más, o menos liberal que otro.

En este caso David Friedman (que es anarcocapitalista, es decir, que apoya los principios liberales al extremo) dice de su padre Milton que a su lado es un socialista. No le falta razón, entendiendo que un socialista es lo opuesto a un liberal. Friedman Sr. Defiende un estado débil mientras que el hijo va más allá y se declara anti-estado.

No cabe duda de que Adam Smith fue uno de los grandes pensadores liberales. Sin embargo, si le invitásemos a tomar café junto a Murray Rothbard, probablemente quedase a la altura de un pobre comunista perrofláutico. Sin embargo, hasta el liberal más radical del mundo dirá que Smith no era un socialista. ¿Por qué? Porque si comparamos al economista escocés con la época en que vivió, en la que el modelo económico imperante era el intervencionismo mercantilista, nos daremos cuenta de que fue un gran defensor de la libertad de comercio.

De esta forma, entendemos que el punto a partir del cual alguien es o no liberal es el contexto en el que vivió. Aunque pueda dolerme escribirlo, si aplicásemos las políticas de Rodríguez Zapatero en Corea del N, estaríamos haciendo una política ultra-liberal.

Si analizamos la época de Milton Friedman, veremos que estaba dominada por las ideas keynesianas y el modelo del estado del bienestar; intervencionista hasta la médula. Milton no solo se opuso a esas políticas, sino que además, consiguió difundir un mensaje distinto y hacer que cuajara en la clase gobernante, logrando que muchas de las reformas indudablemente liberales en su contexto, se llevasen a cabo.

Así que, por mi parte no hay duda, Milton Friedman fue un liberal como la copa de un pino. No solo eso, fue un tío con dos cojones capaz de sacar sus ideas del mundo académico y aplicarlas en la realidad. Y por encima de todo, fue un pensador libre. Un tipo que no necesitó ceñirse a ninguna etiqueta sino que desde su posición en el Partido Republicano y en los círculos liberales, no tuvo pelos en la lengua para defender medidas que ni siquiera el comunista más utópico se atrevería a soñar, cuando sus razonamientos le llevaron a ello. Era fiel a sus principios y no a una etiqueta. Y eso me parece admirable.





Fonseca
PD Y que conste que el debate este que ha surgido me parece una gilipollez como una casa ¿eh?

16 comentarios:

J.J.Mercado dijo...

Siguiendo esta teoría tuya, ¿tendríamos que decir que Halle Berry en blanca cuando está al lado de Magic Jhonson o que un gato no araña si lo comparamos con un tigre? Digo yo que la una es negra y el otro araña en su casa y en la mía.
En cuanto a este tipo de debates, el problema es jugar lanzando etiquetitas idiotas sin pararse ni un segundo en lo más importante: definir.
Y para este debate en concreto, vendría muy bien acudir al profesor Huerta de Soto, sección Socialismo cálculo económico y función empresarial, y ver lo que se entiendo por socialista. A saber: “todo sistema de restricción o agresión institucional al libre ejercicio de la acción humana o función empresarial que suele justificarse a nivel popular, político o científico, como un sistema capaz de mejorar el funcionamiento de la sociedad y de lograr determinados fines y objetivos que se consideran buenos”.
Una vez que se sabe de lo que se habla, podemos empezar a etiquetar. En el caso que nos ocupa, poner la etiqueta socialista al Sr Friedman padre.
Luego, claro, podrá perfectamente decirse que es menos socialista que Stalin, como el gato araña menos que un tigre o Mrs Berry es menos negra que Magic Jhonson, sin dejar por ello de ser negra o arañar.
Todo lo demás es perder el tiempo uno y hacérselo perder a los demás.

Anónimo dijo...

Qué pasa, Fon?
Con Friedman pasa algo parecido a lo que sucede con Smith o Stuart Mill.
Evidentemente no son socialistas y claro, es fácil ponerte a caricaturizar a los que los denominan como tales, llamándolos ancaps de manifiesto, palurdos y lo que gustes pero lo que es evidente es que si no socialistas, si que proporcionaron arsenal teórico a estos como el utilitarismo mediante el cual el gobierno se cree legitimado a programar y planificar aunque en principio sea con intenciones de tender a más libertad.
Hay ciertas puertas que una vez franqueadas tienen difícil vuelta atrás.

Iracundo dijo...

Pese a que resultaría tentador darle la razón por lo "vendible" del discurso contrario al maximalismo ancap que aquí esboza usted... me temo que no puedo.

Resulta una trivialidad afirmar que el entorno condiciona la percepción de la ideología.

Por otro lado resulta una obviedad recordar que no hay nada más difuso que el liberalismo en la medida en que se configura como una ideología escéptica. Pero es que precisamente por esto último no puede afirmarse, o sugerirse, que hay un liberalismo objetivo "hacia el que se tiende". Porque decir que Rothbard deja en "socialista perroflautico" al bueno de Adam Smith, o a Hayek, Mises o servidor, equivale, en suma, a afirmar la validez del conocido concepto de "no agresión" y, por tanto, señalar la existencia de una libertad objetiva precisamente AJENA AL ENTORNO.

Se puede por tanto decir que su tan aparente condena de los desbarres anarcocapitalistas de cierto corifeo y ciertos tramollistas gritones es contradictoria y estéril a modo de excepción frente a la afirmación ancap original: "estatal = socialista". Para defensas así... mejor ninguna.

Salud y libre comercio

Mary White dijo...

Fonseca, hay un "hueco extraño en tu blo que oobliga a scroll down para leerte... aún así, te leo! :)
¿Según tú,entonces las personas auto-proclamadasliberales que defienden políticas intervencionistas (o sea socialistas) son liberales? porque desde Espe hasta Miguel Sebastián...

Fonseca dijo...

Ostia, ¡Uno se va a tomar una cerveza, vuelve y se encuentra con 4 comentarios! ¡Y ninguno es para insultarme!

Don Corleone, con todos mis respetor al profesor Huerta de Soto, su definición de socialismo es más abierta que las piernas de Paris Hilton:
"Todo sistema de restricción o agresión institucional al libre ejercicio de la acción humana". El cobro de impuestos es una agresión a la acción humana. Cualquier ley es una restricción a la acción humana. En definitiva, cualquier cosa que haga el Estado es socialismo. Al menos eso parece decir Huerta (perdón, quería decir el señor ilustrísimo, bello, atractivo, excelentísimo y pollilargo Jesús Huerta de Soto ¡¡¡¡No me vayais a llamar blasfemo!!!!)
Según esta definición cualquiera que defienda un estado, por mínimo que este sea, es un irredento socialista ¡Tócate los cojones! ¡Ahora va a resultar que el liberalismo lo inventó Rothbard! Y que Adam Smith, Hayek, MISES (recalco; MISES) y demás eran socialistas!

Libertas; las cosas se defienden cuando se cree que son correctas. No se puede reprobar una teoría porque abra la puerta a algo malo, sino por que la teoría en sí lo es. Probablemente Keynes tuviera a Stuart Mill como base ideológica para sus teorías pero eso no convierte a Mill en algo malo. Rothbard ha abierto la puerta a grandes estúpidos que le utilizan como biblia y no por eso es malo.

Mary White, el hueco de mi blog es un sitio en que quise poner AdSense pero blogguer me lo quitó un buen día y ahí se quedó. Siempre digo que un día tengo que quitarlo pero me da muchísima vagancia.
Un político, por definición es intervencionista. Si Ron Paul llega algún día a la Casa Blanca, por muy "libertarian" que quiera ser tendrá que cobrar impuestos, al menos en un principio, y aplicar leyes. La diferencia es que intentará en todo momento bajar las tasas tributarias y tenderá siempre a liberalizar y a privatizar. Lo mismo digo de Esperanza Aguirre, que aunque no es ancap, la considero una gran liberal (claro que si aplicamos la definición de Huerta está a la algura de Pol Pot...) porque pese a que por pelotas tiene que ser ciertamente intervencionista, siempre ha intentado tender a posturas más liberales. La Comunidad de Madrid es hoy más liberal que antes de que ella llegara. La prueba está su progreso económico.

Isidoro, no digo que el concepto de "no agresión" sea bueno o malo aplicado al extremo. En mi opinión si que podría serlo. Es evidente que el mayor grado de libertad objetiva se daría en una sociedad sin estado. Un liberal no ancap piensa que un exceso de libertad objetiva puede llevar a consecuencias nefastas que incluso lleven a frustrar las libertades individuales. De alguna forma, un no ancap defiende la máxima libertad que el cree que es posible. Libertad en su justa medida. Como un dry martini.

Un abrazo a todos y gracias por comentar.




Fonseca

Iracundo dijo...

No, pero es que el concepto de libertad objetiva es en si mismo inaceptable. Y como he dicho supone la base misma de esos lamentables comentarios sobre Friedman y otros liberales. La inefable María Blanco ya lo dijo bien clarito en las ondas radiofónicas: todo el que apoye cualquier forma de estado es un socialista. Amen, ¿no?

Mary White dijo...

Lávate los oídos, niño, que antes de esa frase maticé... "para algunas personas"... está grabado, se puede demostrar. Se ve que te diste por aludido y te escuece desde entonces...

Iracundo dijo...

Celebro, señorita, que tenga tan relativo concepto de su propio dogmatismo. Y lo celebro porque no es sino una forma aún más clara de evidenciar su existencia. Mas no creo que afecte al hecho de que usted equipara "el apoyo a cualquier intervención del Estado" (habiendo definido que intervención es cualquier manifestación de existencia del mismo...) con ser más o menos socialista. Lo cual, como no me cansaré de repetir, implica que para ustedes un demócrata es lo mismo que un nazi o un comunista. Luego vienen las matizaciones inconsistentes y demagógicas para contentar a los tibios con cuyo silencio esperáis medrar; pero al fin y al cabo las implicaciones de vuestras bases de partida son esas, y son bien feas.

Atesoro bien en la memoria su intervención radiofónica en cierto programa, señorita, y entre otras cosas obro de tal manera porque la reinvención de la misma por su parte se me antojaba inevitable. Pero, como la grabación es pública, no tiene excesivo sentido el pretender que sus mentiras puedan tener vida más allá de lo que tarde en leerlas, y denunciarlas, un servidor. Y es que decir ahora que usted pretendía arrojar una teoría ancap sin más, no osando hablar de lo que es (y no es) el liberalismo, es un insulto a la inteligencia de todos los miembros no sordos de la blogosfera. Mucho me temo que he de recordarles a todos los lectores de este blog, sordos incluídos por tanto, que cuando usted afirmó en Intereconomía Radio que apoyar cualquier tipo de Estado era socialista el señor Prevost, a quien desde aquí saludo, tuvo a bien recordarle que esa definición de socialismo era ancap; cuestión a la cual usted tuvo la ocurrencia de oponer que tal definición de socialismo no era necesariamente ancap sino que era liberal, apoyando el aserto en nosequé tonta curva de minimización del Estado. Así que, como aquí le recuerdo, usted hacía algo más que decir aquello de "unos cuantos pensamos que...": no, usted pretendía estar haciendo un análisis descriptivo del término socialista así como del liberal.

Pero claro, usted como siempre tira la piedra y esconde la mano (de hecho, ahora que le da por apelar a grabaciones..., resulta que ya en el propio programa en cuestión usted pretendió no explicar porqué llamó socialista al señor Peralta por apoyar un sistema público de justicia).

Qué patas más cortitas tiene la mentira.

Langlois dijo...

Me parece muy bueno el artículo y la idea que expone.

Creo que el asunto del contexto histórico es algo a tener en cuenta. No a considerarlo como un factor fundamental a la hora de etiquetar a alguien, pero sí como un elemento muy importante para designar el pensamiento de alguien en particular. Nadie negará que Etienne de la Boétie o que Thomas Paine tenían ideas casi anarquistas, si tenemos en cuenta que vivían en sociedades subyugadas por la arbitrariedad del monarca; ni que Keynes, por más que se considerara a sí mismo un liberal, fuera casi un socialista para lo que era el liberalismo en aquél tiempo. De la misma manera, Friedman, en su contexto, tranquilamente puede ser considerado un liberal.

Un saludo!

durant dijo...

"Lo cual, como no me cansaré de repetir, implica que para ustedes un demócrata es lo mismo que un nazi o un comunista."

Odio las acelgas pero si las baño en tomate frito me las puedo tragar.

Anónimo dijo...

Langlois,

Dudo que el grado de arbitrariedad monárquica que sufrieran Etienne de la Boetie y Thomas Paine fuera el mismo, por cuanto la monarquía absoluta francesa del siglo XVI no tiene nada que ver con la monarquía parlamentaria británica del XVIII-XIX.

Además, qué coño, no vaya usted mentando eso de la "arbitrariedad del monarca" en un sitio ancap, ¿acaso no es usted partícipe de la "new age" que entiende el apoyo de un monarca absoluto como el colmo del liberalismo? xDDDDDDDDDDDDD

Un saludo.

P.D. La definición de "socialismo" de Huerta de Soto, amén de ser sectaria hasta decir basta, es irrelevante, porque todos sabemos lo que de verdad es el socialismo, cuales son sus características y cuales sus consecuencias.

Anónimo dijo...

Y cuando acabes de lavarte, aprende formas verbales, que por pretencioso incurres en el más burdo de los errores...

Fonseca dijo...

Isidoro, no sé que pretendes demostrar con tu comentario pero si es que te la quieres dar de intelectual "dragoniano" y usar tiempos verbales inexistentes y palabras rebuscadas vas de puto culo, colega.

Si lo que buscabas era enmascarar una falta total de argumentos con piruetas retóricas para escribir líneas y líneas lo has conseguido. Si un día aprendes a escribir correctamente y lees un poquito más podrás llegar a ser un discípulo del mismísimo Carl Schmitt.


Salud y mercado libre.



Fonseca

Iracundo dijo...

Creo que resulta evidente hasta qué punto la que carece de toda pretensión de dar argumentos en su defensa, o en ataque, es la señorita Blanco. Sólo sabe bramar y nada espero por su parte: al fin y al cabo es una profesora de la universidad española y no se le puede exigir gran cosa. Por otra parte resulta en verdad patético el que pretenda semejante personaje el censurar mi modo de escribir y argumentar. Y digo esto porque la señorita Blanco no sólo carece de cualquier estilo al escribir sino que sus artículos y comentarios, como aquí se muestra, parecen la transcripción literal del soliloquio de un babuino.

Y al tal Fonseca... A ver, alma de cántaro, ¿cómo osa siquiera poner en cuestión mi corrección a la hora de expresarme cuando usted gradúa el valor de su propia expresión mediante el nivel de palabras soeces que la componen? Mire: no es que me cueste demasiado en su caso, pero ha conseguido que me decida a mandarle a tomar viento. Así que sí: váyase al cuerno. Porque ese es el único lugar donde puede ser bien recibido alguien que señala a los demás siendo él mismo una señal reflectante...

Salud y libre comercio

Anónimo dijo...

Barro, barro!!!

"La Comunidad de Madrid es hoy más liberal que antes de que ella llegara. La prueba está su progreso económico. "

Entonces la URSS era más liberal en 1939 que en 1925?

Unknown dijo...

Deberías fomentar el uso de los párrafos para los comentarios de tus entradas, Fonseca.

Vaya bosques gramaticales crecen por aquí.

En fin, en esta entrada en concreto, Fonseca tiene toda la razón, y es totalmente innegable:

El contexto histórico es fundamental para apreciar la percepción de la ideología. NO es trivial, es imprescindible. Usualmente, me dan mucho miedo las personas que usan mal términos y expresiones como "tendencia a ", "inevitabilidad historica" o "pues si tu abuelo usaba ollas de bronce tu no eres quien para llevarle la contraria", entre otras.

Las corrientes intelectuales cambian, mutan, y se devoran a si mismas; es más, existe toda una rama de investigación que se ocupa de observar y entender porqué los memes se comportan como seres vivos.

Y al comportarse como tales, nacen, crecen, se reproducen, y mueren, dentro de su experiencia vital.

No existe NADA ajeno al entorno; no hay invariantes, ni puntos de referencia; nos los inventamos nosotros mismos, para poder crearnos esas referencias que necesitamos para vivir; Dios no colocó un enorme pilar de basalto en medio del océano con la definición de socialismo, libertad, el átomo, o el grado de miedo que provoca exáctamente la Patiño en pelotas en un crudo día de invierno, por lo que tenemos que procurarnos nuestras propias referencias.

Si una de ellas es usar la definición de un señor al que consideramos experto en el tema, allá el quien la use, como el caso de doncorleone. No está mal, ni está bien, pero por supuesto, NO es la única definición.

Este tipo de debates son otro tipo de pajas intelectuales colectivas, muy bonitas en su forma, pero totalmente ridículas en resultado; el problema de base es que todo el mundo ve de forma "evidente" el esquema exacto de clasifiación de corrientes políticas, y todo el mundo acaba tirando de su lado de la cuerda, para que al final, en el mundo académico surjan cosas como La biblia política según yo la veo/otro señor/aquel señor tan majo/aquella chica tan mona/ese otro de la pajarita y otros cuantos más, volviendo locuelos a todo el que intenta aclararse, provocando este tipo de debates.

La cuestión es: ¿realmente necesitáis una definición? ¿Dormiréis mejor por las noches si podéis asegurar que esas teorías que siempre os habían gustado siguen estando de vuestro lado de la valla, y no de la del vecino?

Todo esto suena a que de todos los que escriben aquí, muy, muy pocos tendrían el valor de admitir que hasta los enemigos intelectuales pueden tener buenas ideas. Tan buenas, como para estar de acuerdo con ellas, o al menos, no usar argumentos como "pues tu dijiste otra cosa el otro dia" "pues hablas fatal" "pues te odio".

Sinceramente, no debería preocuparos tanto buscar el color con el que pintar al teórico, y más el entender y asimilar la teoría en si; es el tiempo, y la historia, quien va dando los títulos (y los va cambiando).

Ah, una cosa. Intentar tener la prosa de un escritor clásico, en los tiempos que corren, es totalmente ridículo. No voy a tener a alguien más en cuenta porque use recursos como "mas no creo" o vocablos como "corifeo". Es más, suelo tener una especie de alarma mental para las personas que usan una sobredosis de términos (ya sean elegantes, clásicos, imprecaciones, u otros) porque usualmente esconden algo.

Como ingeniero, me gustan las cosas claras, las cuentas cristalinas y desglosadas, y la prosa bien escrita y directa; si quisiste insultar a Fonseca, llámale gilipuertas; si quisiste decir que Mary White miente, o es una penosa profesora (inciso: en mi facultad, he encontrado a los peores profesores de mi vida, y a los mejores, pero opino desde la experiencia; generalizaciones, las justas), díselo así.

Y luego, atente a las consecuencias, claro.