
Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con una película que no habla de mafias sino de hombres con valores y hombres sin valores. Empresarios y extorsionadores. Los dos protagonistas, el policía honrado (Russel Crowe) y el hombre de negocios (porque no es un mafioso) que comercia con heroína (interpretado por un impresionante Denzel Washington) son dos personajes antagonistas pero unidos por una cosa; honradez. Cada uno en su mundo, se mueven en base a unos principios que buenos o malos, no se traicionan por nada.
En el caso del personaje interpretado por Denzel Washington, se trata de un hombre que revoluciona el mundo de la droga en Nueva York. No es un gangster; es un empresario. Un hombre que ve como en su ciudad se comercia con la droga que requisa la policía, mezcla con montones de harina y revende a las mafias italoamericanas. Un producto de pésima calidad y a precios desorbitados. Así es que decide ponerse en contacto con un productor de droga vietnamita y utilizando los aviones del ejército americano, distribuir heroína pura, de primera calidad y mucho más barata que la de sus competidores. Al saltarse toda la cadena de intermediarios y ser él mismo quien controla todo el proceso, puede permitirse precios tremendamente bajos. Esto lleva al paro a todos los demás narcos que, anclados en al sistema antiguo, se quedan sin clientes. El mercado es el mercado en todas partes y pese a la presión de las mafias para regular los precios (buenísima la conversación que tiene Denzel Wahington con un viejo mafioso en la que la piden que ponga unos precios más razonables a su droga para no hacer una competencia tan dura comparando el mercado del caballo con el de los productores de leche americanos), el american businessman consigue hacerse el rey de la ciudad con su “Blue Magic”; la mejor mierda de la ciudad.
En todo momento, luchará por la calidad de su producto y por hacerse una buena imagen de marca. Esto justifica la escasez de escenas de tiros en la película. Tan solo mata a una persona; un extorsionador. Sus enemigos son los que ilegítimamente, invaden su propiedad y le agreden ;)Con el resto de mafiosos hace una competencia totalmente legal. Y es que, pese a ser narcotraficante, es un hombre con principios en un mundo donde suelen brillar por su ausencia.
Russel Crowe es un policía honrado. Prácticamente el único en una ciudad donde hacer bien tu trabajo te lleva a delatar a tus compañeros que aceptan sobornos y a perder a tu familia. Durante toda la película intenta desmantelar a los grandes traficantes pero sus grandes enemigos serán sus propios compañeros. Los hombres sin valores. En algunos momentos llega a resultar emocionante la coraza moral del personaje. Sin duda un auténtico tipo duro. Aunque tampoco abunden las escenas donde salga pegando palizas ni diciendo tacos. Un verdadero hombre duro es aquel que cuenta con la fuerza de sus ideas. Y, como decía ayer hablando de Mary y Dita, es la clase de gente que admiro.
El final de American Gangster es previsible cuando terminas de conocer a estos dos personajes. Sin embargo no deja de ser perfecto y moralizante. Finalmente son los hombres con principios los que terminan ganando. Cimentarse en el pragmatismo por el pragmatismo o en las normas dictadas por la corrección política pasajera es construir una casa sobre barro. Tal vez al principio resista pero al final cae.
Así que esta noche de brindis al Sol y propósitos de año nuevo propongo uno por los hombres (y mujeres) con valores. Espero poder considerarme uno de ellos.
Feliz año nuevo. Feliz 2008