martes, marzo 10, 2009

Fonseca y Dios

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda las tejanas!

A./ dijo...

"Quiero ser el centro de atención..."

La juventud es tan bonita, y pasa tan rápido, que dan ganas de agarrarse a ella pero las actitudes demasiado femeninas, caen mal, resultan rididiculas en un varoncito.

No puedes esperar que los demás se presten a protegerte, a halagarte a obsquiarte, a jugar el papel “galante” a lo Rhett Butler que te gustaria encontrar en todo el mundo...

Esa “unanimidad” solo la encontrarías en el “ambiente” -que tampoco, pues hay homosexuales muy viriles, el gay duro y aledaños- pero en un entorno laboral corrientito es inviable y ademas te desprestigia profesionalemente. Ah, que no trabajas. Bueno.

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Muy buena portada.

Un saludo

joandro dijo...

Que un ser humano pase olimpicamente de Dios no es una tragedia: tragedia seria que Dios pasara olimpicamente de el.