
Tiene la ventaja, además, de que permite ser creativo a la hora de mostrar violencia física. Y que, normalmente, cuanto más explícito mejor. Aunque para todo hay límites. Para muestra Keira Knignley, cuyo anuncio para Women´s Aid ha sido censurado por el organismo regulador de la publicidad británico por ser demasiado explícito.
Se llaman Clearcast y supongo que habrá un homólogo en España. Un grupo de tíos que se dedican a cortar todo aquello que se supone que daña la “moral pública” en la publicidad. Igualito que los censores del franquismo. Solo que estos son, supuestamente, democráticos. Y tendrán la desfachatez de decir que en su país hay libertad de expresión. Un poco limitada. Sólo eso.
Aunque en mi fuero interno me alegro de que, por una vez, se hayan cebado con este anuncio. Un spot más para denunciar un delito como otro cualquiera pero que está de moda como reivindicación de los derechos de la mujer. Algún día nos inundarán con campañas de "no le des el palo a tu vecino; eso está muy feo". Como si fuéramos gilipollas.
Además seguro que a la asociación de marras, Women´s Aid, no les importará demasiado la censura. A fin de cuentas ya habrán cobrado la pertinente subvención. Seguro que tienen expertas trabajando para que esas cosas no fallen nunca. Y es que, lo dicho; en estas cosas hay verdaderos maestros. Y maestras.