jueves, junio 19, 2008

Pederastas de fin de semana

El hombre respetable y majete que en su casa se indigna cada vez que sale Nanysex en la tele. Pero que luego es el primero que de lleva de la mano a una tailandesa de siete añitos para jugar a los médicos.

Todos hemos conocido algún ejemplo de colega sano, abstemio, que no ha probado un cigarrillo en su vida y que incluso te echa la bronca cuando te ve hacerlo a tí. Hasta que un buen día sale de su nido, aunque sólo sea por unos días. Y entonces te lo puedes encontrar en cualquier garito fumando como Bogart en sus buenos tiempos pero sin la misma clase. “Para una vez que me da por beber…”

Ese es el perfil medio de pederasta de fin de semana. El hombre respetable y majete que en su casa se indigna cada vez que sale Nanysex, o cualquier otro gualtrapa por el estilo en la tele. Que les desea una cadena perpetua o incluso la pena de muerte. Así, sin inmutarse.

Pero que luego es el primero que de lleva de la mano a una niña de siete añitos para jugar a los médicos. No, a este no le pillas porque no lo hace donde puedas verle. Está en Tailandia o cualquier otro paraíso del turista sexual. La moral está limitada por unas fronteras, al parecer. Y en cuanto las cruzas, ancha es Castilla.

Ser pederasta en Valladolid es pecado. Serlo en un antro lleno de ojos rasgados a mil kilómetros de tu casa es una “canita al aire”. “Las niñas de por ahí están más desarrolladas. No me ve nadie. Un día es un día, y además… para una vez que soy pedófilo…”



Al menos a los nanysex les juzgan...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa doble moral de la que hablas es la misma de quien dice odiar a los homosexuales y un buen día te enteras que le van los travestis, y sobre todo ser locomotora en el "trencito de la alegría"

Saludos,

octopusmagnificens dijo...

Real Academia Española. Pedofilia: "Atracción erótica o sexual que una persona adulta siente hacia niños o adolescentes".

Pues bien, hacia niños no, pero todos los hombres que conozco se sienten muy atraídos sexualmente por las adolescentes que están buenas.

Fonseca dijo...

Retroferran, el ejemplo que pones es un caso de contradicción personal, muy triste. Pero no me parece algo tan deplorable.

A fin de cuentas ni odiar a homosexuales ni sentirse atraido por los travestis son cosas tan horribles como violar niños.

Octupus, pues acabas de dejarme con la boca abierta... La cosa será definir qué es un adolescente. Desde luego algunas chicas de quince años que se ven por ahí...

Fonseca

Ludovico dijo...

Fonseca esa reflexión es muy acertada y es una crítica muy dura al relativismo moral del que adolece nuestra sociedad.
Si algo es ilegal no lo hago pero si no lo es pues lo hago.
¿Quien no conoce amigos o mejor dicho padres de amigos que en Holanda les da por fumar y probar drogas que no lo harían en España?
Esta sociedad supedita la ley a la moral y así nos vá.
Esta sociedad no se preocupa por tener moral, ya me dirá el gobierno como comportarme, y así lo haré. Si el gobierno me dice que puedo y debo abortar abortaré, si el gobierno me dice que puedo y debo dar matarile a mis padres, lo haré... sólo porque es legal.

octopusmagnificens dijo...

Fonseca, pues por ejemplo Brooke Shields en El Lago Azul. Tenía 15 años y un atractivo sexual que ni Benedicto XVI lo discutiría en privado...

Fonseca dijo...

Curiosamente, Ludovico, las sociedades más inmorales son las que padecen estados más totalitarios.

Por el contrario, en EEUU donde no hay tantas leyes que obliguen a la gente a ser solidaria, es donde se registran más donaciones voluntarias a fundaciones y cosas por el estilo.

La moral es el piloto de la libertad.


Fonseca

Anónimo dijo...

Cuando hace poco fuí a Copenhague de vacaciones, me sorprendí de la cantidad de viajes que se ofrecían a Thailandia y de que en los anuncios se viesen a niños y niñas sonrientes. Cuando se lo comenté a mis amigos daneses, me dijeron que "era mejor que lo hiciesen en el extranjero que en Dinamarca". ¡Tócate los cojones! ¡Menos mal que son un ejemplo en el estado del bienestar!