Ahora soy yo el que pone a caldo al teocon adicto al sexo (y fin de la historia)

Desde luego, el individualismo dista mucho de obligar a nadie a realizar orgías sólo porque sea “moderno”. Pélatela como quieras pero… ¡no salpiques! Eso es el liberalismo. Y eso es lo que dije en mi columna

Era impresionante ver cómo aunque estallaba en carcajadas, el ducados no se caía del hueco que Edd “El bellota” tiene ad hoc en su labio inferior. Podrías sentirte orgulloso, Fonseca –me decía- porque no sólo has metido a un tipo en un jardín del que no sabe salir sino que además lo has hecho delante de mucha gente.

Yo le respondí que no es nada del otro mundo. Que los "sabios" cuyo mayor argumento es “cuando crezcas lo aprenderás” son un blanco fácil. En la entrada donde di cera al GEES tan sólo defendí el derecho a realizar cualquier acto siempre y cuando respete la libertad ajena. Esto va desde realizar orgías hasta crear tu propia empresa pasando por llevar una vida de religiosidad extrema. Eso es el liberalismo.

Tolerar que alguien lleve el estilo de vida que mejor le parezca no significa aceptarlo. La diferencia entre un liberal es que este no quiere imponer sus valores morales. Puedes reprobar en tu vida privada un comportamiento y a la vez defender que otros lo asuman. Desde luego, el individualismo dista mucho de obligar a nadie a realizar orgías sólo porque sea “moderno”. Pélatela como quieras pero… ¡no salpiques! Eso es el liberalismo. Y eso es lo que dije en mi columna.

"El tío ese y tantos otros entienden lo que quieren entender porque, en el fondo, ellos sí que quieren imponer sus valores aunque no lo digan a las claras" A diferencia del GEES yo no pienso que deba existir ningún principio colectivista por encima de nadie. 

Edd “El bellota” se encendió otro ducados y me ofreció uno. “Tiene cojones el teocon de los orgasmos, tío, es que hay gente para todo”. Sonaba una canción vieja de Tonny Bennet y el local estaba a punto de cerrar. “Mi vida es surrealista, Edd, tu deberías saberlo mejor que nadie”. Y se volvió a reír a carcajadas.