Los productores juegan con estos dos conceptos y los llevan a niveles completamente impredecibles. Todo porque no se rinden a seguir ganando dinero. Y porque saben que la mejor arma contra las crisis es la imaginación.
Me interesa el mundo del porno porque no se rinde. Asume que vivimos en una sociedad cambiante y que si una productora quiere triunfar tiene que saber ofrecer nuevas respuestas para los nuevos públicos. Así es que el “ocio adulto” es un simple paradigma de lo que pasa, especialmente en el mundo de la comunicación.
Primero fue la televisión versus cine. Y la industria se adaptó rápidamente. Sin ningun romanticismo. Desaparecieron los cines X y en un pis pas los videoclubs hacían la mayoría de la caja alquilando cintas que escondían detrás de una cortina. Así salieron grandes productoras. Pero todo lo bueno se acaba.
Llegó Internet. Y con él cambió por completo la forma en la que entendemos la comunicación, en general. Aparecen dos palabras clave; interactividad y personalización. Las dos cosas que la red puede ofrecernos y que la distingue de cualquier otro medio. Conceptos que ha sabido emplear el porno y exprimir al máximo.
De repente no vale con escenas para un público general sino que hay que especializarse y ofrecer contenidos para los perfiles más raros de cliente. Y cada vez es el receptor el que tiene mayor protagonismo, tanto a la hora de seleccionar, exactamente, que es lo que quiere ver como a la hora de participar del mismo medio de comunicación.
En los últimos años se puede ver porno de autor. Innovaciones de todo tipo. Los productores juegan con estos dos conceptos y los llevan a niveles completamente impredecibles. Todo porque no se rinden a seguir ganando dinero. Y porque saben que la mejor arma contra las crisis es la imaginación.
Me interesa el mundo del porno porque no se rinde. Asume que vivimos en una sociedad cambiante y que si una productora quiere triunfar tiene que saber ofrecer nuevas respuestas para los nuevos públicos. Así es que el “ocio adulto” es un simple paradigma de lo que pasa, especialmente en el mundo de la comunicación.
Primero fue la televisión versus cine. Y la industria se adaptó rápidamente. Sin ningun romanticismo. Desaparecieron los cines X y en un pis pas los videoclubs hacían la mayoría de la caja alquilando cintas que escondían detrás de una cortina. Así salieron grandes productoras. Pero todo lo bueno se acaba.
Llegó Internet. Y con él cambió por completo la forma en la que entendemos la comunicación, en general. Aparecen dos palabras clave; interactividad y personalización. Las dos cosas que la red puede ofrecernos y que la distingue de cualquier otro medio. Conceptos que ha sabido emplear el porno y exprimir al máximo.
De repente no vale con escenas para un público general sino que hay que especializarse y ofrecer contenidos para los perfiles más raros de cliente. Y cada vez es el receptor el que tiene mayor protagonismo, tanto a la hora de seleccionar, exactamente, que es lo que quiere ver como a la hora de participar del mismo medio de comunicación.
En los últimos años se puede ver porno de autor. Innovaciones de todo tipo. Los productores juegan con estos dos conceptos y los llevan a niveles completamente impredecibles. Todo porque no se rinden a seguir ganando dinero. Y porque saben que la mejor arma contra las crisis es la imaginación.
2 comentarios:
Fonseca Porras, quieres dejar el porno de una puta vez y dedicarte a estudiar.
Joder, estás muy mal. Llevas dos posts seguidos sobre el porno.
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