jueves, febrero 14, 2008

Una historia de amor con fantasma incluido.

Es una historia que merece la pena leer, y eso que no soy precisamente un romántico. Me la contó la misma Sol Blanco Soler, que es como la Huerta de Soto de la parapsicología y es real como la muerte misma.

El otro día veía en cuarto milenio una entrevista que hacían al grupo Hepta –el más importante grupo de investigadores de parapsicología a nivel nacional-. Recordé aquel reportaje que me mandaron hacer en clase en el que conté con su ayuda, especialmente con la de Sol Blanco Soler, la coordinadora. Una persona cojonuda. El caso que me proporcionaron para que sirviera de eje en mi trabajo es digno del mejor post de San Valentín. Con fantasma incluido.

Resulta que después de haberlo probado todo, una azafata de vuelo que ni conciliaba el sueño ni conseguía una mínima tranquilidad en su piso, probó a hablar con estos parapsicólogos, por eso de que “no creo en las meigas…”. En efecto, la mujer sin saberlo, compartía piso con una presencia. Paloma Navarrete, la “sensitiva” (medium, para que nos entendamos)del grupo consiguió contactar con ella. Se trataba de uno de los hombres de confianza del que en su día fue rey de España, Alfonso XII. No me invento nada, aviso. De hecho el caso que cuento está narrado con más detalle en “¿Hay Alguien ahí?”; el último libro que ha escrito Sol.

Me contaban que probaron con todos los métodos que la ciencia de la parapsicología (y digo ciencia, porque quienes están trabajando el tema en serio lo tratan con toda la objetividad que merece) ofrece para intentar expulsar una presencia. Ultrasonidos o incluso intentar convencerle, como si fuera un ser humano vivito y coleando, de que abandone el lugar. El buen señor, tras muchas conversaciones telepáticas, no daba su brazo a torcer. La sensitiva llego a conocer ciertos secretos del personaje. Por supuesto cada cosa que el supuesto fantasma les contaba, lo contrastaban con archivos históricos. Repito que se trata de algo riguroso. Una de las cosas que llegaron a descubrir del fiambre –que por cierto, según me contaba Sol, no era consciente de estar muerto- es que tenía una amante cuya foto decoraba la tapa de su reloj de bolsillo.

Gracias a este dato, a priori anecdótico, consiguieron contactar con el fantasma de la buena mujer. Y así fue como, si de una secuela de serie B de Ghost se tratara, la amante se llevo de la mano al hombre. Al final, parece que algunas cosas perduran después de diñarla. Sobretodo el hecho de que hasta en el más allá, las mujeres siguen mandando.

3 comentarios:

Váitovek dijo...

Una historia fantástica.

Tienes meme aquí, cosas del día:

http://dhavar.blogspot.com/2008/02/
meme-express-del-14-de-febrero.html

Váitovek dijo...

Fonseca:

La verdad es que son unas señoras peculiares.A una de ellas la conoce mi madre.Le dan a estos temas un aspecto casero y sensato muy simpático

Fonseca dijo...

Son gente realmente seria. De hecho, uno de los "inventores" de la tele en color es el hombre de barba que está a la izquierda de la foto. En el grupo Hepta tienes psicólogos, físicos, etc... son científicos de verdad.

Nada que ver con la "bruja Lola", en serio. Cuando les conocí cambió totalmente mi visión de estas cosas.


Fonseca

PD No me extraña que tu madre conozca a una de las señoras, Dhavar. Ya se sabe que Madrid es un pueblajo y os conoceis todos entre todos:p