domingo, mayo 04, 2008

Cosas que odio: las barras de los bares

Entonces le pides al camarero que pase un trapito. El tío te mira con cara de “tu no vienes mucho por aquí ¿verdad?” y da una pasada. Vuelves a apoyar los brazos y puedes oír el “sproght” de cuando uno agarra un tarro de miel.

El otro día llega una amiga y me dice: “Fonseca, te tienes que venir de juerga Normalmente, como no suelo ser "el alma de la fiesta", la gente suele imaginarse que debe ser divertido verme en una discoteca. Mi idea de "salir un día por la noche" suele ser ir a un sitio tranquilo y quedarme charlando hasta que cierran. Ir de juerga significa otra cosa. Significa ir a bares sin luz, a tener que hablarle a la gente al oído para que te pueda maloir y malinterpretar. Y de fondo el reggeton, que es una música que todo el mundo odia excepto los camareros, que lo adoran y torturan a sus clientes con interminables sesiones de patún pa-tum, patún pa-tum…

Pero si hay algo que odio de los bares de farra son las barras. Al no haber una puñetera mesa donde sentarse, uno tiene que apoyarse en la barra si quiere no bailar (que ni de coña) o quedarse con cara de gilipollas sosteniendo la copa toda la noche. Así que apoyas los brazos y sostienes tu cerveza –porque en estos sitios es mejor no pedir licores… por lo que te puedan servir- mientras tratas de conversar a grito pelado con quien se deje.

Cuando te quieres dar cuenta, intentas levantar sus antebrazos pero no puedes. Están pegados por una mezcla de bebidas de garrafón, cocacola y babas de alguno. Cuando consigues desprenderte, los tienes pegajosos. Entonces le pides al camarero que pase un trapito. El tío te mira con cara de “tu no vienes mucho por aquí ¿verdad?” y da una pasada. Vuelves a apoyar los brazos y puedes oír el “sproght” de cuando uno agarra un tarro de miel. Para entonces el barman ya está en el otro lado de la barra atendiendo a alguna tipa escotada, mucho más interesante que tú.

Finalmente ves el trapo (por llamarlo de alguna forma) al lado de las estanterías de las botellas. Alargas la mano, lo coges y te limpias la barra. Todos te miran como diciendo “¿De qué pelotas va este tío?” ¡Pero por fin te puedes apoyar!

Y yo pregunto ¿A nadie le da de ojo que es asqueroso ir a un bar con una barra sucia? ¿Por qué la barra del Herminio´s siempre está impecable si está tanto o más lleno de gente? Empiezo a pensar que es el reggeton, que no sólo te pone enfermo sino que además ensucia el ambiente. Lo enrarece y hace que todos los tíos cuando entramos en estos sitios tengamos cara de gilipollas haciéndose el guay.

Lo que sigo sin entender es como Cris, que es el paradigma de la elegancia en Valladolid. Que las chicas pijas son pijas porque la intentan imitar. Pero que como en el mito de la caverna, las imitaciones nunca terminan de igualar al original. ¿Cómo narices puede salir de estos antros tan impecable como cuando entró?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

O te emborracha primero y te hace entrar con una muñeca hinchable, o lleva otro vestido en el bolso.

Incluso puede que no se apoye en la barra.

Anónimo dijo...

Es que el reggetón es el nuevo opio de los pueblos, EN SU SENTIDO MAS LITERAL!

Elentir dijo...

Cada vez que oigo eso del reggetón me pregunto por qué no habrá locales que pongan metal gótico... snif, snif...

En fin, Fonseca, a mí me pasa lo que a ti, prefiero un lugar tranquilo para charlar en vez de un sitio que me provoque un pitido en los oídos al día siguiente (a menos que pongan buena música, algo que cada día es más difícil encontrar). Aquí lo mejor es darse un paseíto por el puerto en noches como la de ayer, la temperatura era genial y no hacía frío (lástima de la humedad de la Ría, que las chicas no la soportan).

Fonseca dijo...

Coño, Elentir, en Valladolid tenemos varios bares góticos. El más mítico es el Zero, donde José Mateos y yo nos hemos tomado nuestras cervezas en su día...

Incluso en algún bar raro he llegado a escuchar a Bauhaus y cosas por el estilo...


Fonseca

Elentir dijo...

Vaya, por fin una ciudad como es debido. Aquí en Vigo casi todos los garitos ponen salsa. Tanto emigrante volviendo de Hispanoamérica ha convertido a Galicia en una réplica de Venezuela...

José Mateos dijo...

Hay de todo. En qué bar estás pensando?

Bardo Loco dijo...

"El más mítico es el Zero".

En el Zero el metal gótico es algo anecdótico entre tanto eléctrico, aunque llevo años sin ir, lo mismo ha cambiado. Para eso está la Novena Puerta.

Dama Blanca dijo...

Hombre, en el Zero ponen lo que ponen, y en la Novena ponen metal gótico y adolescente xD

Fonseca dijo...

Respecto a bares raros pensaba en el Fuzztone, que tan pronto pueden ponerte a "Nuevo Catecismo Católico" como a "Joy Division".

Y hombre, Bardo Loco, el Zero no deja de ser el más viejo de los bares góticos. Aunque sí, en la Novena Puerta son más metaleros (aunque prefiero mil veces el gusto de el Zero)

Un saludo.



Fonseca

Bardo Loco dijo...

"Hombre, en el Zero ponen lo que ponen, y en la Novena ponen metal gótico y adolescente xD"

La última vez que fui fue en verano. Y sí, mucho Evanescence y demás, pero entre tal y tal caía alguna de Theater of Tragedy, Crematory...