Es un cómic hecho para todos aquellos que disfrutamos con las campañas electorales. Que somos más de los que lo reconocemos públicamente, dicho sea de paso.
No es que F. Ibáñez haya decidido sacar su propio partido de coña para las europeas como Eva Hache o tantos otros. Estaba ayer en la cola del Carrefur. Y de repente lo ví “Mortadelo y Filemón; el candidato”. Niño ven con papá. “son 2€ y colaboras con la asociación de niños del nosequé” Oiga, que me da igual. Que le voy a comprar aunque ayude a financiar una supuesta candidatura de Acebes y Pepiño Blanco juntos como presidentes para las próximas generales.
Y es que es un cómic hecho para todos aquellos que disfrutamos con las campañas electorales. Que somos más de los que lo reconocemos públicamente, dicho sea de paso. La historia es que el Superintendente quiere presentarse como candidato al presidencia del gobierno y Mortadelo y Filemón, que sirven igual para un roto que para un descosido, tienen que ayudarle a preparar su campaña.
Una introducción hablando sobre la democracia al más puro estilo Ibáñez y diálogos antológicos como “Me sé de uno que cuando lo del Ayatollah dijo: bah, serán dos días y…”. ¿Quién necesita a John Byrne teniendo a Mortadelo? Algún día lo leerán en los colegios.
¡Todos al Carrefur!
No es que F. Ibáñez haya decidido sacar su propio partido de coña para las europeas como Eva Hache o tantos otros. Estaba ayer en la cola del Carrefur. Y de repente lo ví “Mortadelo y Filemón; el candidato”. Niño ven con papá. “son 2€ y colaboras con la asociación de niños del nosequé” Oiga, que me da igual. Que le voy a comprar aunque ayude a financiar una supuesta candidatura de Acebes y Pepiño Blanco juntos como presidentes para las próximas generales.
Y es que es un cómic hecho para todos aquellos que disfrutamos con las campañas electorales. Que somos más de los que lo reconocemos públicamente, dicho sea de paso. La historia es que el Superintendente quiere presentarse como candidato al presidencia del gobierno y Mortadelo y Filemón, que sirven igual para un roto que para un descosido, tienen que ayudarle a preparar su campaña.
Una introducción hablando sobre la democracia al más puro estilo Ibáñez y diálogos antológicos como “Me sé de uno que cuando lo del Ayatollah dijo: bah, serán dos días y…”. ¿Quién necesita a John Byrne teniendo a Mortadelo? Algún día lo leerán en los colegios.
¡Todos al Carrefur!
4 comentarios:
Mortadelo y Filemón son la más fidedigna representación del espíritu español: holgazanes, tramperos, incompetentes… Y el Súper no se queda atrás.
A modo de rinconete y cortadillo modernos, y al margen de los disfraces de Mortadelo, son uno de los mejores retratos de la españa moderna.
Me encantan Mortadelo Y Filemón. Soy fan. Este cómic lo tengo desde hace un montón de tiempo, es la leche.
Un saludo
¡Vaya, Fonseca! ¿Usted también hace retratos? ¡No lo sabía!
Mortadelo y Filemón eran mis héroes de infancia. Aún siguen formando parte de mi herencia artística y cultural. Qué grandes. Vaya si eran, y son, un retrato de España. Para lo bueno y para lo malo, pero es así. Somos lo que somos: casposos.
Lo curioso es que Ibáñez es, artísticamente, la antítesis de sus personajes Mortadelo y Filemón: muy trabajado, muy técnico, con un trazo muy definido y muy profesional. Será lo de la atracción de los opuestos.
-Ioputa-
Si Ibañez hubiera sido americano, ingles, italiano, belga o frances, ya estaria en la Real Academia y tendria una estatua. Saludos desde Texas.
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